Mujer Serpiente aparece conectada a la etapa de mujer virgen.
Maternidad Consciente aparece en la etapa de mujer vinculada a otros y otras.
Visionarias será escrito para acompañar la etapa de anciana sabia.
La trilogía está escrita desde la propia experiencia que es la manera tradicional femenina de transmisión de sabiduría. Yo no escribo como una psicóloga experta. Soy una mujer viviendo una serie de experiencias, las vivo, profundizo en ellas y en mí misma, destilo lo vivido y ofrezco la sanación derivada de este proceso a otras mujeres. Cada uno de estos libros está suponiendo para mí un proceso arduo y profundo de sanación personal y colectiva.
Maternidad Consciente
Al entrar en la etapa de maternidad observé en mí misma y en muchas otras mujeres que acompaño en la consulta y en mi vida cotidiana (parques, a la salida del cole, cumpleaños infantiles…) la emergencia de un proceso de transformación radical e intenso. Tan intenso que sentí la llamada imperiosa de escribir un libro que pudiera aliviar y poner luz en una etapa tan compleja como es la maternidad. Al escribir el libro observé que la maternidad es un arquetipo transformador para todas las mujeres, madres o no madres. En todas las mujeres la decisión que tomamos (o que aceptamos) de ser madres o de no serlo, mueve fichas profundas de nuestra psique y de nuestra historia.
El libro contempla la maternidad como una de las iniciaciones que vivimos en la vida adulta. Todo lo pendiente se activa. Nuestros asuntos inconclusos, la transmisión de valores de nuestro linaje, nuestro lado más oscuro y nuestra luz más brillante. Todo delante de nuestras narices, con sueño, cansadas y sin poder casi pararnos a reposar lo que está ocurriendo.
Hay otra parte del libro dedicada a la ampliación del arquetipo materno. El arquetipo materno es como un gran árbol con tres ramas: madres de criaturas, madres de creaciones y proyectos y madres de nosotras mismas. El libro abre estas tres ramas y describe cómo desarrollarlas de manera fluida.
Quería que el libro aparte de motivar a la reflexión aportara un mapa y una pequeña caja de herramientas para sortear mejor así los obstáculos y retos de la maternidad.
Por esto en el corazón del libro hay un capítulo extenso con herramientas que pueden utilizarse para que la etapa de maternidad sea más suave y fácil. Algunas herramientas son para las propias madres, otras son para usar con los pequeños y pequeñas.
La tercera parte del libro describe maneras de convertir la maternidad en una experiencia profunda, creativa, gozosa, sagrada y lúcida.
Es un libro que alumbra rincones oscuros y permite que entre la luz en ellos. También ha sido escrito para que ninguna mujer se sienta tan sola en estos momentos delicados de acompañar a una criatura o de aceptar que en esta vida no toca acompañar de la manera que nosotras habíamos deseado.
Aunque las madres son las mujeres que más pueden sacar jugo al libro, está escrito de manera que mujeres que no son madres puedan obtener también sabiduría.
Mi deseo es que esta vez este libro sí pueda llegar a las mujeres que lo co-crearon con sus pensamientos y sus deseos.
Si al leer este texto te surgen ganas de organizar una charla en tu barrio, grupo de crianza, asociación o centro de terapia ponte en contacto conmigo y buscamos cómo hacerlo posible.

Transcribo aquí dos fragmentos del libro.
1. Madres Despiertas
Un día conocí a Iguanamá. Yo no la estaba buscando. Apareció. Me fascinaba su cuerpo flaco y arrugado. Su mirada penetrante. Parecía leer mi mente y mirar más allá de mis máscaras. Era el ser más auténtico que yo había encontrado. Me confesó que se había muerto en vida tantas veces que ya solamente le quedaba la verdad como aliada.
Desde que recuerdo, yo sentía una llamada profunda, muy dentro de mí, a llevar una vida cargada de sentido. Tardé muchos años en poder hacerlo. Nadie me enseñó. Nadie parecía saber cómo. Me transmitieron muchos programas acerca de cómo vivir y me quedé muy estancada, bien tratando de ponerlos en práctica, bien peleándome con ellos. Durante una época muy larga los libros fueron los únicos que me dieron algo de luz para llevar a cabo mi llamada.
“Todavía crees que hay culpables ahí fuera”, me dijo riéndose.“No hay culpables. Nadie es culpable de nada. Ni tú, ni nadie. Eres tú la que eliges a qué personas y a qué palabras das importancia. Eres tú la que estás eligiendo mantener vivo el pasado. Nadie, nadie, te puede dañar si tú no le das ese poder. Podrán dañar tu cuerpo, tu bolsillo, tu casa o tu reputación. Pero nada de eso eres tú.”
Había contado a Iguanamá un episodio doloroso de mi infancia. Creía que me iba a consolar. Cuando escuché sus palabras me empecé a poner nerviosa. Comencé a hacer dibujos con los dedos sobre la arena.
“Eres responsable de tu vida y solamente de tu vida. No puedes controlar lo que otras personas dicen o hacen, pero sí puedes elegir que sus palabras y actos no te afecten.”
Seguí escuchando a Iguanamá en silencio.
Aunque me sentía incómoda y no tenía ni idea de cómo hacerlo sabía que mi camino iba por ahí.
Ella dijo “El camino es trabajar contigo misma y nada más. Lo que hay fuera solamente es un reflejo de lo que hay dentro de ti.”
A los 24 años comencé un proceso de terapia individual y de terapia de grupo. Me sentía de nuevo en el colegio, pero esta vez, por fin, me estaban proporcionando herramientas para poder llevar a cabo lo que sentía dentro de mí.
Desde que comencé mi terapia individual me lancé al trabajo interior de lleno, y desde entonces, he dedicado mucho tiempo y energía a ello.
Sé que he dejado de hacer proyectos importantes que tenía pactados antes de encarnar. Sé que tenía que haber vivido en comunidades indígenas y no lo hice. Sé que tenía que haberme encontrado con personas que no me encontré. Sé que tenía que haber traído otro hijo al mundo y no me ha dado tiempo. Sé que tenía que haberme reunido con una pareja afín a mí y aún no ha ocurrido. Estuve estancada muchos años. Demasiados años.
Por esto para mí es tan importante que nosotras hagamos nuestro trabajo personal, recordemos quiénes somos y a qué hemos venido. Cuando nosotras hacemos nuestro trabajo interior, nos hacemos responsables de nuestros asuntos y por lo tanto proyectamos menos expectativas y frustraciones en nuestros hijos e hijas. Luego ellos y ellas tendrán que tomar sus decisiones, pero al menos les aligeramos la mochila.
El peaje que pagamos por venir a la Tierra es el olvido. Olvidamos quiénes somos, qué ocurrió en vidas pasadas, qué es lo que estamos sanando en esta vida, cuál es el proyecto de nuestra alma al encarnar. Despertar es recordar. Unir las piezas para saber de qué va nuestro puzle. Cuando nosotras unimos nuestras piezas, ayudamos a otras personas a encajar las suyas.
Ahora es urgente hacerlo pues están encarnando en la Tierra seres de vibración más alta y necesitan que estemos preparadas.
Si no crees en vidas pasadas, y todo esto de la vibración de la Tierra, te suena a cuento chino, sigue leyendo el libro, por favor. Podría traducir continuamente pero el libro se alargaría mucho. No hace falta creer en vidas pasadas, basta con comprobar que todas pasamos por varias vidas en la misma vida. El cambio de vibración es una llamada colectiva a estar más cerca del amor, y esto lo estamos sintiendo todas desde hace mucho. No es necesario creer en todo lo que yo nombro y con las palabras que lo hago para sumergirte en el libro y sacar provecho de tu viaje por la profundidad. Escribo para muchas mujeres diferentes y cada una obtendrá del libro lo necesario para su viaje.
A lo largo del libro comparto muchos momentos personales y experiencias vividas. Algunas te van a encantar y otras te pueden incomodar. Ya sabes que esto de la maternidad nos toca a todos y a todas en lo profundo. Al compartir mis experiencias mi intención es motivar a reflexionar a otras madres y a otras mujeres. No creo que yo tenga la razón, ni que nadie la tenga. Comparto desde mi experiencia, pues hablar desde una misma y desde lo vivido, es el camino tradicional femenino de transmisión de información, y mi llamada es transitar por este camino como terapeuta, escritora y oradora. Para ser honesta, tampoco sé hacerlo de otra manera.
La maternidad es un baile de amor y límites. Cuando nace un bebé nos pasamos meses calmándolo y cuidándolo. Después el amor continúa pero toca transmitir cómo estar en el mundo con otros, establecer límites y decir no. Por lo que yo observo cada mujer encuentra un equilibrio diferente entre el amor y los límites. Observar a mujeres con un equilibrio muy diferente al nuestro puede provocarnos inseguridad o rechazo. Lo importante es encontrar nuestro equilibrio y solamente moverlo si sentimos que es importante hacerlo. Puede que vuestro equilibrio sea parecido al mío, o muy diferente. Sea como sea, os invito a pasear por el libro, pues la información incluida en él puede valer a mujeres muy diferentes.
Si no eres madre de hijos físicos, recuerda que todo lo que nombro en el libro también lo traen los hijos no físicos-creativos, y la vida. También podrás entender mucho más a las amigas, hermanas o conocidas, que sean madres. Si quieres sanar la relación con tu madre también puedes leer el libro como hija. Así comprenderás tu historia desde otro ángulo, para poder trascenderla, madurar y hacerte responsable de ti y de tu vida.
Este libro tiene un ritmo. Como la vida. Al principio el ritmo es suave. Hay comprensión y rincones interesantes para las que aún no son madres o las recién llegadas a la maternidad. También para las mujeres que no son madres, ni lo serán. Las madres veteranas podrán recordar aspectos, que según los hijos e hijas crecen, van quedando en la neblina. Según el libro avanza ofrece la posibilidad a todas las mujeres de reflexionar, profundizar y ampliar la visión del paisaje que ya pasó, o del que está por llegar.
Observarás que hay pedazos del libro que leerás rápido, casi sin parar a reposar lo leído. En otros quizás te pares a recordar episodios del pasado o a soñar con un futuro diferente. Está bien así. Recuerda que este libro fue escrito por muchas voces y para muchas mujeres.
A través de este libro muchos seres nos invitan a ser Madres Despiertas. Mujeres Despiertas. Por fin.
En el cuarto de Hari, rodeada de cajas de juguetes, sintiendo el sol, 22 de septiembre del 2016
Frases Semilla
Llamo Frases Semilla a las frases que tienen un gran potencial para cultivar maneras de ver la vida.
Cuando era pequeña solía acompañar a mi padre al garaje a meter el equipaje antes de irnos de viaje. Recuerdo que a veces él tenía que sacar todo el equipaje para meterlo de nuevo y solía decir “Rectificar es de sabios”. Esa frase ha resonado en mí durante años,y me abrió y me abre la posibilidad de parar, revisar mi camino y cambiar de rumbo.
Yo también adoraba estar con mis abuelas. Una de ellas se tomaba todo de una manera ligera y con alegría. Yo no podía tomármelo así, a menudo me sentía dolida o frustrada. Mi abuela nunca me supo contar cómo conseguía ella tomarse todo con tan buen humor. Me decía, pero María, que no es para tanto, anda, anda. Y yo me sentía aún peor. Con el tiempo leí una frase que me impactó (No pedir al otro lo que no puede dar) y pude, por fin, comprender a mi abuela. Cuánto me hubiera ayudado que ella me hubiera contado cómo llegó a esa fórmula. Pero ella no sabía el camino, era su manera espontánea de responder a las limitaciones de los demás y no me lo podía contar. Pensando en esto decidí contar mis atajos a Hari en forma de Frases Semilla. Puede que le valgan, puede que no, pero yo le ofrezco el andamio que yo uso para caminar por territorios difíciles. Se las voy comentando a Hari. De manera casual. Cuando la vida me ofrece la oportunidad.
Si te propones algo, y pones pasión y constancia, lo consigues.
Si no sale a la primera, saldrá a la segunda o a la tercera.
Hay cosas que son muy difíciles al principio pero en cuanto las practicas se hacen más y más fáciles. Es cuestión de práctica.
A veces las cosas no son como nos gustaría, así es la vida.
Así es.
Lo siento.
Qué de cosas buenas nos pasan cada día (y las nombro).
Qué suerte tenemos (y nombro lo positivo que ha ocurrido).
¡Qué buena idea!
Vamos a parar y pensar otra manera de hacerlo (cuando algo no le sale como quiere).
Todo tiene solución.
Piensa antes de actuar.
Todo tiene consecuencias.
Todo tiene luz y sombra. Si vamos al parque puedes jugar con amigos pero hace frío. Si nos quedamos en casa no están tus amigos pero estás más calentito.
Tienes derecho a pedir lo que quieras y el otro puede decirte que sí o no.
Si eliges ir a la piscina te pierdes jugar en casa. Si eliges algo te pierdes otra cosa. Piensa en lo que prefieres.
No se puede tener todo lo que queremos.
Los errores son estupendos para aprender. ¿Qué podemos aprender de lo que ha ocurrido?
Todo es una oportunidad para aprender.
Todos somos diferentes. Nos creemos que el otro es como nosotros y no, es diferente. Le gustan otras cosas, piensa de otra manera. No es ni mejor, ni peor, es diferente.
Cuando hacemos daño a los demás pedimos disculpas e intentamos reparar el daño (podemos hacer un dibujo a esa persona, ofrecerle nuestra ayuda, compartir con él o ella un juguete…)
No lo sé. Hay cosas que no sé. No lo sabemos todo.
Eso ya pasó. Solamente podemos decidir qué queremos hacer ahora.
Vamos a mirar esta situación de otra manera.
Lo importante no es lo que nos pasa, lo importante es lo que hacemos con lo que nos pasa.
En lugar de llorar, vamos a pensar en cómo lo podemos solucionar (cuando veo que se ha bloqueado llorando y no da pasos para solucionar la situación).
Da igual de quién es la culpa, pensemos en cómo solucionarlo (cuando empiezan las acusaciones).
Si quieres algo me lo tienes que pedir. Si no lo pides no sé lo que quieres.
Yo te ayudo a recoger pero empieza tú primero. La vida siempre nos ayuda pero a nosotros nos toca dar los primeros pasos. Es importante poner de nuestra parte.
Si deseas algo en lugar de llorar piensa en las ganas de tenerlo y la alegría que te dará tenerlo o vivir esa experiencia. Esa energía mueve la vida.
Valiente no es quien no tiene miedo. Valiente es quien sigue adelante aun cuando tenga miedo.
A mí también me pasó algo parecido. Te comprendo.
Todo el mundo lo hace lo mejor que puede. Nadie es perfecto. Yo tampoco, ni papi, ni tú. Intentamos hacerlo lo mejor que podemos, pero no somos perfectos.
Hay cosas que no te pueden dar. Porque no tienen, porque no saben, no entienden o no quieren.
Tu valor no depende de lo que otros digan o de las notas que saques. Eres un ser valioso por tu capacidad de crear y aprender.
Antes de dormir le digo que todos somos un pedacito de Dios y que si alguna vez no sabe si algo está bien o mal que le pregunte a su corazón, que su corazón lo sabe y se lo dirá. También le digo que todos tenemos un Padre, que es Dios y una Madre, que es la Madre Naturaleza. Y que cuando alguien está lejos y lo queremos hay un hilito que une nuestros corazones y por el que circula el amor. Si lo de Dios no te convence y te chirría, están Papa Sol y Mamá Luna. O Padre Cielo y Madre Tierra. O Madre Cielo y Padre Tierra.
Estas son mis Frases Semilla. Busca las tuyas y tenlas presentes. Para mí es uno de los regalos importantes que les estamos haciendo. Pues acudirán en su ayuda cuando las cosas no sean fáciles o haya confusión.